En Kivö creemos que cuidar la boca no es solo una rutina más, sino una forma de conocerte, cuidarte y sentirte mejor.

Hoy queremos contarte dos cosas que quizás no sabías… pero que pueden ayudarte a mejorar tu higiene bucal de manera simple (y sin culpas):

🍬 1. El azúcar se esconde más de lo que pensás

No hace falta comer caramelos para consumir azúcar.

Está en salsas, panes, cereales, aderezos, jugos “saludables”… y muchas veces ni lo notamos.

¿El problema?

Ese azúcar alimenta a las bacterias de la boca, que pueden generar caries, mal aliento y desequilibrio en la flora bucal.

👉 El cepillado nocturno es clave para eliminar esos restos antes de dormir, cuando tu saliva disminuye y la boca se vuelve más vulnerable.

👅 2. Tu lengua también necesita una limpieza

La lengua acumula muchísima más suciedad de lo que imaginamos:

bacterias, restos de comida, células muertas…

Si no la cepillás, eso puede contribuir al mal aliento y afectar tu salud bucal en general.

👉 Usá un raspador lingual o el dorso del cepillo para limpiarla una vez al día, idealmente a la mañana.

Es un cambio mínimo, pero con un impacto enorme.